3 de mayo de 2011

Fin del secuestro en Pontevedra sin ningún herido y tras ocho horas de tensión.


PONTEVEDRA | Se atrincheró en su casa con seis armas de cazador.


El secuestrador ha sido trasladado a la comisaría de Pontevedra. | Rosa González
El secuestrador ha sido trasladado a la comisaría de Pontevedra. | Rosa González
  • Puso fin al secuestro por voluntad propia y le acusan de detención ilegal
  • Un psiquiatra le hizo un examen y el martes prestará declaración
  • La única condición que ponía para su liberación era hablar con su cuñado
  • Todo fue motivado por un móvil económico por una herencia familiar
  • Las víctimas rechazaron asistencia psicológica y ninguno salió herido.

A las 17.10 horas, casi ocho horas después de que la Policía tuviese constancia de que mantenía retenidos en su vivienda de Pontevedraa su hijo de 11 años, su mujer y a su amigo y jefe de ésta, Agustín Villaverde Ramirez puso fin al secuestro por voluntad propia. El esperado momento estuvo precedido de ocho horas de tensión y negociaciones en las que fue necesaria la intervención de 50 agentesde las policías Local y Nacional y de un especialista en secuestros de la Jefatura de la Policía Nacional de A Coruña.
Una vez que comunicó a los negociadores que accedía a abandonar la vivienda, el hombre fue detenido como presunto autor de tres delitos de detención ilegal. Veinte minutos después, abandonaba el lugar a bordo de un vehículo camuflado de la Policía Nacional con destino a la Comisaría Provincial de Pontevedra.
Según informaron fuentes policiales, en la comisaría fue sometido a unexamen psiquiátrico para valorar su salud mental y, a continuación, prestó declaración ante los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV). Está previsto que permanezca en las dependencias policiales durante toda la noche de este lunes y que el martes sea puesto a disposición del Juzgado de Guardia.

No ha habido heridos.


El fin del secuestro llegó, además, sin tener que lamentar víctimas, puesninguno de los tres rehenes requirió asistencia médica. Los agentes de la Policía Nacional presentes en su liberación le ofrecieron la posibilidad de que recibiesen asistencia psicológica para enfrentarse a las duras horas de tensión que habían sufrido, pero todos declinaron el ofrecimiento. Finalmente, la mujer y el hijo abandonaron la casa a bordo de una ambulancia y el tercer rehén, en un coche policial.
Las armas que utilizó el secuestrador, aficionado a la caza. | Interior
Las armas que utilizó el secuestrador, aficionado a la caza. | Interior
Cuando la vivienda fue liberada se desplazaron al lugar agentes de laUnidad de Policía Científica de Pontevedra, que procedieron al análisis de las armas con las que el detenido se atrincheró en su domicilio, y a tomar muestras de todas las pruebas que pudo dejar el tenso secuestro.
Según informaron fuentes policiales, el detenido tenía permiso de armas porque es cazador y tenía autorización de la Guardia Civil para tener en su domicilio cuatro armas: cuatro escopetas, una carabina y un rifle. Todas fueron recuperadas este lunes y, según los investigadores, fueron utilizadas a lo largo de la jornada.

El móvil del delito.


Agustín Villaverde, de 41 años, es una persona a la que tanto su familia como sus vecinos definen como "muy tranquila". Los familiares y allegados que este lunes se acercaron hasta las inmediaciones de la vivienda al conocer el secuestro manifestaron su "sorpresa" por el episodio que estaba protagonizando. Varios de ellos tuvieron la oportunidad de hablar con él a lo largo de la jornada, pero no quisieron valorar los motivos que alegaba para su forma de actuar.
Una de las personas con las que habló fue su amigo y cliente del taller Celso Carregal, al que le dijo: "Como sigan persiguiéndome, me pego un tiro". Según éste y otros allegados consultados, el secuestro pudo estar motivado porque "por la mañana, se dio cuenta de que le faltaba uno de los perros de caza", pero fuentes policiales han confirmado que tuvo un móvil económico.
De hecho, la única exigencia que puso Agustín Villaverde durante todo el secuestro fue hablar con el marido de una de sus hermanas, con el que lleva un tiempo manteniendo una disputa por motivos económicos y relacionada con una herencia. Su cuñado no se acercó hasta la casa, que estaba cercada por decenas de periodistas y curiosos arremolinados al pie del cordón policial (ubicado a unos 300 metros de la vivienda), pero sí hablaron por teléfono. Según ha trascendido, el detenido aseguraba que su cuñado le había arruinado y sus disputas vienen motivadas por un piso que le quedó de herencia a su hermana.
Familiares de uno de los rehenes de Pontevedra. | Rosa González
Familiares de uno de los rehenes de Pontevedra. | Rosa González

Protocolo especial de seguridad.


La Policía Nacional tiene constancia de que el hombre mantuvo retenidos a sus tres rehenes desde las 9.20 horas, pero no se descarta que el secuestro comenzase antes. Los agentes conocieron la situación porque a esa hora un amigo de Agustín Villaverde se puso en contacto con la Policía Local para comunicarle que acababa de hablar con él y le había comunicado que tenía intención de suicidarse en su vivienda unifamiliar del lugar de O Freixeiro, en la parroquia de Mourente (Pontevedra).
Más tarde pudo saberse que ya a las 7.00 horas había hablado con otro amigo para comunicarle su intención de suicidarse, y que también se había puesto en contacto con su socio en el taller de reparaciones mecánicas que posee en la calle Manuel Leiras Pulpeiro, del centro de Pontevedra. Además, al tercer rehén, el jefe de su mujer, le llamó el mismo a primera hora de la mañana y, al llegar a la casa, le retuvo. El hombre es propietario de una tienda de electrodomésticos en la localidad de Moaña (Pontevedra).
Una patrulla de la Policía Local se desplazó hasta la vivienda y comprobó que tenía retenidos a sus tres rehenes, de ahí que sobre las 9.40 horas llamasen a la Policía Nacional alertando de la presencia de un individuo, armado, amenazando con suicidarse y que se encontraba en su domicilio con tres personas retenidas en el interior del mismo.
Fuera de la casa se vivieron momentos de tensión. | R. González
Fuera de la casa se vivieron momentos de tensión. | R. González

La Policía Nacional asumió el caso y se desplazaron a Mourente varias patrullas de la Brigada de Seguridad Ciudadana y la Policía Judicial quienes, una vez en el lugar, procedieron a acordonar la zona, e iniciaron el correspondiente dispositivo de vigilancia y seguridad para recabar toda la información posible acerca de lo sucedido.
En se momento se puso en marcha el Protocolo de Incidentes con Rehenes y se desplazó a la vivienda del jefe de dispositivo de la Comisaría y un negociador policial de la Jefatura Superior de Galicia, especialista en la solución de este tipo de conflictos, para iniciar los contactos con el presunto secuestrador y tratar de averiguar sus demandas.
Además, fueron desplazados al lugar la Unidad de Intervención de Vigo (UIP), el Grupo de Operaciones Especiales (GOES) de A Coruña y el Grupo Operativo de Respuesta (GOR) de Pontevedra y la Brigada de Policía Científica de Pontevedra. La Comisaría solicitó la presencia de la unidad GEO por si fuese necesaria su intervención, pero cuando se encontraba de camino desde Madrid se les ordenó que diesen media vuelta.

Fuente: elmundo.es

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